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Elena VOZMEDIANO | Publicado el 20/12/2007
El coleccionista es un agente en alza en el mundo del arte. Si tradicionalmente había guardado celosamente sus tesoros, temeroso de los inspectores de Hacienda y de los robos, y reservando su ostentación a un círculo social reducido, en los últimos años se ha introducido en la esfera pública mediante la exposición de sus fondos o la creación de museos, la participación en patronatos, en seminarios... La actual pujanza del mercado del arte ha hecho surgir toda una generación de coleccionistas que compran sobre todo arte contemporáneo y que marcan más que nunca las derivas del arte y, sobre todo, su valoración, sus posibilidades de éxito, apuntalando el “sistema” mercantil-institucional que domina el panorama artístico. En la creciente contaminación entre lo público y lo privado, los grandes coleccionistas, particulares o corporativos, juegan un no pequeño papel. Son asuntos de gran trascendencia que tienen sus raíces en la evolución de las relaciones entre arte, dinero y poder en los siglos XIX y XX.Peggy Guggenheim, en 1970